A ver quién se concentra
así.
Genaro está enfrascado en su pupitre intentando meterle el diente a las integrales cuando, de repente, ¡zas!, un soplo de viento demoníaco penetra con toda su intención subliminal por las ventanas del aula. Y entonces venga a pensar en Manoli.
Manoli está enfrascada en su pupitre intentando comprender por qué tiene que comprender las sandeces cartesianas cuando, de repente, ¡zas!, el mundo irrumpe por los ventanales del aula recordándole las cosas importantes de la vida. Y entonces venga a pensar si con esa escasez le gustará a Agustín.
Agustín está enfrascado en su pupitre intentando averiguar cuánto mide la hipotenusa de la Santísima Trinidad cuando, de repente, ¡zas!, el padre Senén le da un bofetón eurovisivo y cierra de golpe las ventanas del aula. Y entonces venga a pensar si hizo bien en deslizar aquella nota bajo la puerta del cuarto de Genaro.
¡Controlen sus hormonas y sigan estudiando!