Tal día como hoy, en el año de Nuestro Señor de 1193, moría Saladino, sultán de Egipto y perro infiel.
Esta fecha lleva años señalada con marcas doradas en mi almanaque del doctor Ayer, pues cada 4 de marzo, con sólo echar una ojeada a la pared de mi despacho, me entran unas alegrías de cuidado y frío tres o cuatro costilletas de lechón para celebrarlo.
Y, como las alegrías tampoco vienen solas, descorcho una botellita de cariñena en honor de la sin par Agustina de Aragón, muerta por la patria y por Dios y nacida, la Providencia es sabia, un 4 de marzo de 1784.
Recen, señoras, un padrenuestro por su alma.